domingo, diciembre 31, 2006

lunes, diciembre 25, 2006

Bonsái

Termino de leer Bonsái de Alejandro Zambra y estoy feliz!
Qué buen libro...(me lo regaló anoche mi papá, por una mini sugererencia que le dia mis hijos, para que transmitieran)
Bonsái es un libro corto, lo leí en un rato y por lo mismo es una gran muestra que no es necesario una literatura ambiciosa, en páginas, palabras, descripciones y mil historias entrelazadas, para escribir un muy buen libro.
En Bonsái vamos conociendo los personajes, dejamos de saber de ellos, quedándonos siempre con un hilo conductor de lo que vendrá, pero sin exagerar y cuándo un personaje ya no incide en el desarrollo de la historia, desaparece, lo que es expresa y notablemente señalado por su autor.
Bonsái es la historia (de amor )de Julio y Emilia a través de algunos años, una historia inconclusa, ya que lo que alcanzamos a compartir con ellos como pareja es sólo un pololeo de 2 años universitarios, y luego cada cual sigue su rumbo.
Nunca leemos un te quiero o un te amo, ni una descripción erótica de sus encuentros, pero sabemos que existen y que no tienen nada de particular, es una historia más.
Julio se queda en Santiago, es profesor de literatura y su vida es bastante corriente, fome, mediocre.
Emilia vive en España, sola, tal vez drogadicta, pero no hay dramatismo ni sensacionalismo en la descripción de su destino, por ello no puedo aseverarlo.
Eso es lo mejor del relato de Alejandro Zambra, el cómo logra transmitir la abulia y vacío en la vida de Julio, lo que culmina con un final notable, que no contaré para que lean el libro.

Lo que más rescato y no deja de emocionarme de la literatura es el cómo.
Cómo se va la vida en la tinta
Cómo un desconocido para mi, se hace tan cercano a través de sus letras
Cómo quienes escribimos, nos desnudamos y despudorizamos
Cómo en algunas páginas se plasman sentimientos intensos, que nos ha llevado toda una vida cargar, aunque se hayan dado en un instante
Y en partcular en Bonsái de Zambra, me quedo con la sensación de la dualidad del tiempo,
el cómo pasan los años y sin embargo en algunos fragmentos de nuestra historia, éste se detiene, porque esos fragmentos han sido los que le han dado sentido
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sábado, diciembre 23, 2006

Bondades y Saberes

En víspera de Navidad y Fin de Año, las reflexiones brotan como luces en la calle, he acá la mía.
Tengo entre mis sueños, el de una sociedad más generosa.
Y no me refiero a la lismosna que se le da al niño que hace malabarismo callejero o al acomodador de autos que nos guía como incapaces del volante.
Aspiro a la bondad del saber más allá de nuestras narices.
Me refiero a los egresados de universidades ultracompetentes en sus areas, cada vez más técnicos y capaces de manejarse a nivel internacional, lo que sin duda es un avance y un sinónimo de desarrollo, pero no el único...
Sé que hay gente muy culta, adicta a los libros, como también existe lamentablemente con mayor frecuencia un grupo de personas que ocupa el campo laboral, por tanto finalmente mueven el país, que no saben como debieran...En Chile no sólo existe Neruda y Parra, sino también hubo una Mistral, que hay que leer, porque el manejo del lenguage que ella tuvo, la capacidad creativa y su intensidad es superior. No tan sólo ella, Huidobro, Lihn, De Rokha, y además estamos sembrados de un emergente grupo de artistas plásticos, visuales y escritores nobeles de gran talento.
Las universidades deben hacerse cargo de transmitir toda esa belleza que traemos, que va más allá del bosque, la pesca, la fruta y el cobre.
Como los colegios deben ser majaderos en enseñar ortografía, porque es inaceptable escribir mal nuestro propio idioma.
¿Y las tradiciones y la historia? Los pueblos originarios y sus heroes son mucho más que el nombre de algunas calles.
¡¡Quién sabe si en un tiempo más Pinochet sea una anécdota más en el inventario colectivo!!
No quisiera que el odio sea la herencia de uan generación a otra, debemos avanzar, es una auto obligación, como también debemos tener presente que nos hizo miserables y construir con el saber para no ser embaucados nunca más.

¿Cuándo fue que nos deshumanizamos?
¿Cuándo fue que los sueños dejaron de ser importantes?
Pobre del que desconoce el viaje de la lectura y la energía de la tinta...

Mis deseos de felicidad y paz, van de la mano con mis anhelos de humanidad para cada uno de los que pasen por acá.