Ludmila La Manna, es una poeta argentina, de Esquel provincia de Chubut.
Su libro,Duyá llegó a mis manos como parte de un intercambio de libros que nos hicimos entre poetas en la Feria del Libro de Punta Arenas a la que fui invitada en septiembre 2006.
Me lo regaló la Panchi, cuyo nombre real es curiosamente Silvina Ocampo, ella vive en Rio Gallego(la panchi).
Ludmila La Manna, se dedica a la biología y participa en talleres y grupos literarios.
Su poesía me pareció de una sutileza tan bella, es justamente el tipo de poesía que me conmueve, donde el trabajo poético y el sentimiento-emoción están ligados de una forma tan natural, todo fluye y da la impresión que sus ideas al escribir guiaron su lápiz o su teclado poseidas por el angel(como bien decía nuestra poeta chilena recientemente fallecida Estela Díaz Varín).
Si alguien que pase por acá y lee puede conseguir el libro de Ludmila La Manna, se lo recomiendo.
Leer escritores emergentes, permite conectarnos tanto con la humildad como con la audacia, con el error y la sabiduría, con la energía nueva , en este caso de la poesía.
Ciudades
Me pisan los cordones
las avenidas
las ratas en los revólveres
las babas de vidrio.
Bajo la vereda
la tarde
es una anguila
Zumban hombre
y pájaro...
habrán de perderse.
¿Alguien aquí
recuerda?
¿Alguien mira el costado
y la pregunta?
Su libro,Duyá llegó a mis manos como parte de un intercambio de libros que nos hicimos entre poetas en la Feria del Libro de Punta Arenas a la que fui invitada en septiembre 2006.
Me lo regaló la Panchi, cuyo nombre real es curiosamente Silvina Ocampo, ella vive en Rio Gallego(la panchi).
Ludmila La Manna, se dedica a la biología y participa en talleres y grupos literarios.
Su poesía me pareció de una sutileza tan bella, es justamente el tipo de poesía que me conmueve, donde el trabajo poético y el sentimiento-emoción están ligados de una forma tan natural, todo fluye y da la impresión que sus ideas al escribir guiaron su lápiz o su teclado poseidas por el angel(como bien decía nuestra poeta chilena recientemente fallecida Estela Díaz Varín).
Si alguien que pase por acá y lee puede conseguir el libro de Ludmila La Manna, se lo recomiendo.
Leer escritores emergentes, permite conectarnos tanto con la humildad como con la audacia, con el error y la sabiduría, con la energía nueva , en este caso de la poesía.
Ciudades
Me pisan los cordones
las avenidas
las ratas en los revólveres
las babas de vidrio.
Bajo la vereda
la tarde
es una anguila
Zumban hombre
y pájaro...
habrán de perderse.
¿Alguien aquí
recuerda?
¿Alguien mira el costado
y la pregunta?
28.
Busco a Eva
atragantada de uvas
Eva desnuda
en una estación desnuda sin ella
Busco a dios
el deseo de Eva en dios
Eva guerrilleando la manzana
Eva adúltera
haciéndole el amor a los hambrientos
Se ríen a mis pies
en una jaula
Busco a Eva
35.
Deseo
no tener dedo,
ni uña,
ni ojo
para señalarme
No tener
cientos de piedras
arrojadas
ni espera
ni violencia
sobre mí
No tener
más que un ingenuo
pulgar
donde abrazarme
46.
Olvidaré
coordenada y luna
el primer sonido
y el tamaño de tus pies
y hasta mi nombre
Vendrá el día
con su manto ciego
a ahogarme los oídos
a sacar historias del cuerpo
Y no seré más
que tus ojos naciendo.
56.
Entro a esta foto
con lo esbelto del dolor
entre las manos
a llorarte
con las brújulas del cuerpo
a besarte de reojo
cuando es noche
¡Ay tus párpados!
durmiendo en mis membranas
con asombro
Tan absurda
la crueldad de la memoria
61.
Apuesto el sol
a que mañana
me sonríe
ese hombre de pies largos
que reza conmigo
y se desvela
Doy los cinco dedos
prendidos a mi mano
por la mueca de ese hombre
que golpea las veredas
de la casa
Apuesto
luna y ceguera
el amor amalgamado
a estas sábanas
de cedro
Apuesto el sol
a que mañana
nos amaremos
de otra forma
no menos viva
ni más azul
de otra forma
nos amaremos