El Capote es un cuento del escritor ruso Nicolai Gogol (1809-1852), la verdad es que no sé demasiado de literatura rusa, pero vi una obra de marionetas activadas por actores de cierto pedigrí nacional, basada en este cuento y me sorprendió...(tema aparte, el sorprenderse aun).
Las marionetas medían alrededor de 70 cm, y no eran la típica marioneta con hilos, sino que eran manipuladas por más de un actor a la vez, por unos palos que sobresalían de algunas extremidades.Los movimientos eran muy limpios, daba la impresión de estar frente a un mini humano.
Se utilizan recursos audiovisuales, al inicio de la función para mostrar los créditos y dar una pincelada a la vida de este personaje, Ayaquevich(no se si está bien escrito, ups, lo siento), desde su nacimiento hasta que tiene la fortuna de entrar a trabajar como empleado público.
Se continuan utilizando en el transcurso de la obra, por espacios breves como la notabe escena de un baile que culmina en vivo con una plataforma de madera de dos pisos, con un colorido increible y activada como un taca-taca. Bello!¡
Ayaquevich, es permanentemente abusado y ridiculizado por sus pares, pero su actitud sumisa y abnegada, jamás lo dejaría responder o defenderse.
La vida del protagonista da un vuelco, al perforarse sin solución su capote(abrigo), entonces el sastre le hace otro, lo que el pobre Ayaquevich logra, ahorrando meses y restringiendo sus gastos al máximo.
Tener este capote nuevo, es para él y a modo de ver, la única luz de su vida, su felicidad es increible, se siente buenmozo y elegante, tal vez respetado.
No contaré toda la historia por si quieren leer el libro o ir a Santiago a ver la función(Centro Mori, 16 y 18 hrs sábados y domingos).
Sólo les adelanto que el final es triste y quiero compartir que llevé mi hija de 8 años a ver la función, la disfrutó, estuvo expectante, interesada, además la música, las marionetas, las voces, fueron impecables.
Siento que esto nos falta para hacernos personas más lindas, solos no podemos.
En el caso de los niños, es tanto el bombardeo de estímulos, que aunque lo intentemos no podemos con ello, por otra parte tampoco me parece correcto dejarlos al margen de lo moderno y que finalmente forma parte de su era.
Para los adultos, me refiero a no perder la magia, la conexión con el alma, la emoción, el aprecio por el arte.
La emoción para mi es fundamental y única, ser espectadora y querer estar sobre el escenario, sentir lo bello de un montaje, tener los ojos húmedos con la música y reflexionar acerca de la vida con el subtexto de una obra, me sobrecoge.
Finalmente quisiera decir que en Chile se está haciendo buen teatro.
En este montaje los actores hicieron todo, arquitectura, adaptación de la obra, confección de las marionetas, escenografía, etc.
Bien por el teatro, mierda mierda.
sábado, mayo 26, 2007
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