domingo, octubre 15, 2006

Tengo una pena contigo

Me reviento en la soledad de mi libro y el ruido del motor del refrigerador
Me acompaña un pájaro que torpemente se aproxima a las ventanas de mi casa, intentando entrar, no entiende el vidrio que impide su objetivo y golpea y golpea.
Afuera el sol no abriga, pero está iluminando todo cuanto miro.
Acabo de guardar en el estante de lo ya leído Tengo una pena contigo, pienso en macho, de Carlos Ernesto Sánchez y tengo pena…
Si tengo pena y mientras lo escribo tengo más pena, hasta sentirme ridícula pero si no lo escribo la pena se enquistará y quiero dejarla volar, no es bueno que se quede tocándome como el pájaro que visita mis ventanas todos lo días sin encontrar la entrada.
Siento que puedo llenar esta página de lugares comunes, y entro en el dilema si ¿dejo que mi mano escriba todo lo que siente o dejo que actúe el intelecto y se mezcle con mis dedos para hacer una reflexión correcta?
(El pájaro ha regresado a mi ventana)
Lo poemas de Carlos Ernesto Sánchez hablan desde la soledad, del alma, del cuerpo, de la noche, de la homosexualidad.
La soledad que no se busca si no que es impuesta como destino.
¿Impuesta por Dios? ESE que se está seguro que existe para todos menos para uno…
¿La soledad que uno atrae, con actitudes? ¿La soledad que es una prueba momentánea para crecer?
Ni idea, sólo sé que la soledad cuando no es voluntaria es de las experiencias más tristes que vive un ser humano, cuando el silencio tortura, las horas se burlan de uno, y todo lo ajeno injustamente parece mejor…
Leer a Carlos Ernesto Sánchez, me ha hecho reflexionar en el estaba escrito que suelen ocupar los musulmanes para dar explicación a cuanto les sucede, me ha hecho repensar en la certeza que todo aquel que sale del rebaño paga costos (uno de ellos la soledad), me ha hecho admirar profundamente su gallardía para exponerse, más que ante sus lectores, ante si mismo y me ha dado el valor de escribirlo…


Acá va un poema del autor:
Todos los días/pregunto dónde está Dios/lo busco/y lo grito/lo difamo en el susurro de la noche.
El silencio/sigue siendo más silencio/ni una sola herida/de las que cargo, desde siempre sin importar/la pasión, /duerme tranquila sin maldecir a Dios.
Ven/hazte la cerveza que bebo esta noche/abrázate/como si fueras el culo que deseo/para morir amando y susurrando.
Dónde está Dios/en la calle tortuosa que me esconde/cuando/camino y camino/haciendo sonar las monedas/nadie viene/y envejezco/más solo cada día. (Carlos Ernesto Sanchez)


4 comentarios:

Anima-la dijo...

amiga..
que el silencio no signifique soledad.... porque son oportunidades distintas
abrazos

Anónimo dijo...

Me gustó tu post, me había costado entrar al sitio, parece que aveces se cae.
Sigue posteando tus pensamientos libremente

IT...con admiración

Anónimo dijo...

Me gustó tu post, me había costado entrar al sitio, parece que aveces se cae.
Sigue posteando tus pensamientos libremente

IT...con admiración

Amaltea dijo...

El silencio no es sinónimo de soledad, es otro elemento de ella.
El silencio para mi ha sido la oportunidad de conocer...